Caídas generalizadas y un consumo paralizado
Las ventas minoristas pymes no logran recuperar terreno, mostrando una retracción del 4,2% interanual en septiembre, y una caída del 2% si se compara con el mes anterior (agosto). Esta tendencia de retroceso revela la fragilidad del consumo interno, condicionado por la pérdida de poder adquisitivo y el endeudamiento de los hogares.
En el análisis por rubros, la situación fue de homogeneidad en la baja, aunque con diferencias drásticas:
Textil e Indumentaria: -10,9%
Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles: -6,2%
Otros rubros: Caídas menores al 6%
El sector de Bazar y Decoración fue el segundo más golpeado, con una caída del 6,2%, confirmando que los bienes durables o no esenciales son los primeros que los consumidores postergan. En contraste con la tendencia negativa, solo Perfumería logró un leve repunte mensual del 1,4%, y el rubro de Ferretería, materiales eléctricos y de la construcción mantuvo sus niveles de ventas en la comparación con agosto.
El pesimismo se profundiza en los comerciantes
La crisis no solo se refleja en las ventas, sino también en las percepciones de los propios comerciantes. Un 38% de los empresarios pymes advirtió un empeoramiento de su situación en septiembre respecto al año pasado, un aumento de tres puntos porcentuales con relación a agosto. Solo un 7,2% percibió una mejora.
En este contexto de incertidumbre, más de la mitad (60,1%) de los consultados considera que no es un buen momento para invertir, lo que anticipa una paralización del crecimiento futuro de las pymes. No obstante, en un dato que refleja expectativas divididas, el 47,6% aún mantiene la esperanza de una mejora para el próximo año.
En síntesis, septiembre cerró con un retroceso generalizado, siendo la caída de 10,9% en indumentaria la señal más alarmante de que la demanda interna está paralizada, predominando la prudencia y la espera ante un escenario económico y político de alta volatilidad.