El informe del Centro de Estudios de la UIA (CEU) indica que, luego de la baja de 2,3% en julio, el desempeño industrial se mantuvo en niveles de estancamiento. De manera alarmante, un 43,5% de las empresas encuestadas reportó una caída en las ventas, mientras que la producción se redujo para un 36,3%. El dato más crítico se da en el mercado laboral: el 24,4% de las firmas redujo su dotación de personal, alcanzando el nivel más alto en la serie histórica del relevamiento.
Sectores en crisis y un freno en la demanda
La principal causa de este retroceso es la debilidad de la demanda interna, identificada como la mayor preocupación por el 40% de los empresarios. Este factor, sumado a la caída de la demanda proveniente de otras industrias, configura un escenario de recesión que afecta a la mayoría de los rubros.
A nivel sectorial, el impacto de la crisis no es uniforme. Nueve de los 16 sectores que componen el índice industrial registraron caídas interanuales. Entre los más golpeados se encuentran:
Prendas de vestir, cuero y calzado (-10,7%)
Productos textiles (-10,1%)
Productos de metal (-8,5%)
Vehículos automotores (-8,4%)
En contraste, unos pocos sectores lograron mantenerse en terreno positivo, como Muebles y colchones (+23,3%) y Otro equipo de transporte (+12,2%), impulsado principalmente por la producción de motocicletas.
El informe del CEU concluye que, pese a un breve «rebote» en el tercer trimestre de 2024, el nivel general de la producción industrial se encuentra con una clara tendencia a la baja. Aunque el acumulado de 2025 muestra una leve mejora respecto al mismo período de 2024, esto se debe en gran parte al bajo nivel de comparación del año anterior. La realidad es que la actividad industrial aún se mantiene cerca de un 10% por debajo del nivel de 2023, lo que evidencia la profundidad de la recesión.

