La decisión de Milei de hablar del caso se dio en medio de una caravana electoral, lo que añade una capa de ironía al asunto. Tras días de silencio y de evadir el tema, la confirmación de la manipulación de pruebas por parte de Spagnuolo parece haberlo habilitado a salir al cruce.
En los audios que se filtraron, Spagnuolo había insinuado un esquema de retornos de dinero del Estado, e incluso mencionó a la hermana del presidente, Karina Milei. Ahora, la justicia federal ha revelado que el exfuncionario borró manualmente mensajes de su celular, un hecho que refuerza las sospechas de un intento por ocultar información. Aunque los peritos no encontraron conversaciones con los hermanos Milei, el acto de borrar las pruebas es un indicio claro de que Spagnuolo intentaba ocultar algo.
El caso ANDIS, que sigue su curso en la justicia, parece confirmar el patrón de un sistema que el gobierno de Milei prometió erradicar. La defensa del presidente, que se basa en la falsedad de las acusaciones y la teoría de una «operación política», no logra disimular la gravedad de las acciones de Spagnuolo. El silencio de Milei en un primer momento, y su tardía reacción, contrastan con la rapidez de la justicia en revelar el borrado de los mensajes, dejando al descubierto una posible maniobra para ocultar la verdad.
El caso, que comenzó con la acusación de coimas en la compra de medicamentos, ahora se centra en el intento de Spagnuolo de eliminar evidencias. Mientras Milei promete llevar a la justicia al exfuncionario, es la propia investigación la que ya ha encontrado pruebas de que, al menos, algo se intentaba ocultar. Esto, sumado al ataque con piedras que sufrió el presidente en su caravana, pinta un cuadro de tensión y sospecha que no se disipará con una simple declaración.