River sigue de racha y el Monumental estalló con la vuelta de Aimar

La vida le sonríe a River. Después de haber eliminado a Cruzeiro con una soberbia actuación, el Millonario sigue de fiesta. Con goles de Teo (exquisita definición) y Mayada (de pecho y carambola), venció 2-0 al Central del Chacho Coudet, le quitó el invicto y quedó a tres puntos de la cima. La frutilla la puso el regreso de Pablo Aimar, que volvió a jugar con la banda roja casi 15 años después.

La histórica clasificación en Brasil por Copa Libertadores cargó de confianza a un River que ahora tenía un nuevo desafío por el torneo local: mantener el nivel y seguir prendido arriba. Para eso, tenía que ganarle al equipo de Coudet, ovacionado en la previa.

Aimar se fue ovacionado tras regresar al Monumental. (Télam)

El «Payaso» ingresó a los 29 del ST por Pisculichi. Hacía 15 años que Aimar no jugaba con la banda.

El conjunto rosarino salió decidido a jugar de igual a igual y a demostrar por qué es uno de los animadores del campeonato. Pero, aunque el partido se hizo de ida y vuelta, el Millonario fue más contundente que su rival y a los 13′, Teo Gutiérrez aprovechó una asistencia perfecta de Pisculichi para definir cruzado ante la salida de Caranta y poner el 1-0.

El visitante, por el contrario, tuvo muchos problemas para definir las chances generadas en el área local y se convirtió en una nueva víctima del siempre salvador Barovero, que le tapó un remate con destino de gol de Nery Dominguez.

La historia no cambió radicalmente en el inicio del complemento. Central tuvo la pelota y buscó con insistencia un empate que no llegó principalmente por su propia ineficacia.

Pero con el correr de los minutos, River recuperó el dominio y complicó a Caranta. Aimar ingresó a los 29 minutos para hacer delirar al estadio y mostrar que su calidad sigue intacta. Y el equipo de Gallardo terminó mereciendo ampliar la ventaja, situación que finalmente llegó por intermedio de Mayada, tras un cabezazo de Boyé que dio en el palo.

River festejó el triunfo y tuvo tiempo de acordarse de Boca, pero sobre todo disfrutó de un presente inmejorable que lo mantiene con vida en todos los torneos. A Central le queda un sabor agrio por haber hecho un buen partido y volverse a Arroyito con las manos vacías.

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