El precandidato a presidente por la Unión Cívica Radical(UCR), Ernesto Sanz, aseguró que si bien quiere ganar en la primera vuelta en las presidenciales de octubre, «hay que prepararse para una segunda vuelta», con un escenario de «mucha polarización» con quien sea el candidato del gobierno.
«Todos queremos ganar en primera vuelta, pero hay que preparse para un escenario de segunda vuelta, con polarización entre dos coaliciones, una que tendrá al gobierno como eje y otra a la UCR con otras fuerzas políticas», vaticinó el senador mendocino en diálogo con radio Continental.
Agregó que las alianzas de la UCR con otras fuerzas «están abiertas», y recién se cerrarán «para mayo o junio», y afirmó que «será un escenario muy interesante porque puede generar efectos muy positivos» para el país.
Estos efectos, según dijo, serán «el fuerte respaldo popular» que brindará el hecho de ser elegido con más del 50 por ciento de los votos y «los acuerdos» entre los partidos que conforman alianzas, que van más allá de los fines electoral, con objetivos de «gobernabilidad».
Según Sanz, uno y otro aspecto dará al gobierno que resulte electo en una segunda vuelta «el respaldo suficiente como para tomar decisiones profundas».
La UCR votará a sus candidatos el 30 de abril, en una interna de la que participarán afiliados y ciudadanos independientes, y que será previa a las dispuestas por el gobierno nacional del 14 de agosto.
Una vez elegido el candidato por la UCR y hasta el 23 de junio, el partido se abocará a cerrar un frente con otras fuerzas políticas afines que expresen su voluntad de sumarse, que hoy por hoy son el Socialismo y el GEN, según detalló.
Sanz mencionó entre las decisiones profundas que tomaría de ser gobierno, «atacar la inflación y reordenar el Indec, revisar el gasto público y determinar áreas estratégicas para los subsidios, y atacar la corrupción y promover una especie de Conadep para ayudar a la Justicia a investigar, juzgar y condenar a los corruptos».
Además, mencionó su compromiso con la revalorización de la educación, la Asignación Universal por Hijo, y la disminución paulatina de las retenciones y su sustitución por el impuesto a las ganancias.
También dijo que se agotó el modelo de sindicalismo que defiende «sus propios intereses», y afirmó que estará «al lado de los sindicatos que defiendan los derechos de los trabajadores a los que representan».