Misiones | En Posadas también repudian la eventual residencia del femicida Fernando Tablado

Tras conocerse la noticia de una posible radicación en la ciudad de Posadas, del asesino de Carolina Aló, todo el arco político de la Renovación, en el poder desde 2003, manifestó su rechazo a la presencia en Misiones del hombre que en el año 1996 mató a su novia de 113 puñaladas.

El Concejo Deliberante de Posadas trató este jueves 15/09 el malestar y la preocupación social que generó la llegada de Fabián Tablado a la capital misionera, declarando unánimemente repudio a su estancia en la provincia. “Con esta declaración se busca poder manifestar el repudio y el desagrado a que un femicida de esta magnitud se traslade a nuestra ciudad, a modo de condena social” declara el proyecto promovido por la concejala y presidenta del bloque Renovador, Marlene Haysler.

El fundamento de la propuesta de desprecio apunta que “este terrible hecho además de ser uno de los más impactantes de nuestro país, lo es en el mundo, ya que el femicidio de Carolina está tercero a nivel mundial”.

La edil posadeña María Eva Jiménez sostuvo que “desde la red de concejalas renovadoras de la provincia harán extensivo el rechazo a todos los municipios”. Y destacó que “hay una sociedad en Misiones que se despierta ante la violencia, que no mira más hacia un costado y se compromete”.

La propuesta argumenta para entender la gravedad de que un asesino de esta magnitud conviva en Misiones, que “este fue uno de los casos policiales más resonantes de la historia criminal argentina; tal es así que, el pasado enero la Legislatura bonaerense sancionó la llamada Ley Carolina Aló” y declaró en la provincia Buenos Aires el 27 de mayo como “Día de la Visibilización y Lucha contra la Violencia en los Noviazgos”; cuya idea principal es promover en instituciones educativas y otros ámbitos la no violencia en el noviazgo”.


El brutal femicidio de Carolina Aló ocurrió el 27 de mayo de 1996 en la casa de la familia Tablado, ubicada en Tigre, Provincia de Buenos Aires. Por entonces, la víctima de 17 años estaba de novia con Fabián de 20 años, eran compañeros en el turno noche de la Escuela 1 Marcos Sastre del partido del norte del conurbano bonaerense.

Aquella fatídica noche, luego de una discusión, Tablado persiguió a Carolina por varios ambientes de la casa -escaleras, cocina y garaje- y la mató de 113 puñaladas aplicadas con cuatro armas blancas halladas en la escena: una cuchilla de cocina, dos cuchillos de mesa y un formón de carpintería.

Tras el brutal asesinato de Aló, Fernando Tablado cumplió 26 años de prisión efectiva. Ya en libertad, recorrió distintas ciudades donde intentó radicarse, pero “nadie quiere arriesgarse a vivir cerca de una persona con tales antecedentes” sostiene la declaración de repudio del Concejo Deliberante de Posadas.

Si bien la condena por el asesinato de Aló fue cumplida, Tablado reincidió su violencia en otras situaciones, hacia otras parejas. Por lo que el repudio misionero también sostiene que “demostró ser un violento residente en otras
ciudades, por eso la preocupación en los vecinos”.

La intención de radicarse ha planteado la controversia, pero, además, Tablado incumplió con la obligación de informar fehacientemente cuál es su domicilio, temporario o permanente, y dio a conocer una dirección falsa, por lo cual ya se abrió una causa.

Mientras tanto la organización evangelista Filipos asumió alojarlo en una sede de la avenida Uruguay, casi Barrufaldi, Posadas, con la misión de revincularlo con la sociedad. Como están las cosas esa parece ser una tarea imposible.

Fabián Tablado dio entrevistas telefónicas a medios audiovisuales.

El femicida buscó mostrarse como una víctima. “Vine (a Posadas) con mi mamá. Estoy cargando una cruz, estoy peregrinando por Argentina”, sostuvo.

Además, dijo que recurrirá al INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación) porque es víctima de una “cacería insólita que se hace contra una persona libre” y aseguró que existe “un ensañamiento tremendo hacia mi persona” por parte de la Justicia que lo obliga a permanecer a más de 300 kilómetros del lugar donde reside el padre de Carolina Aló.

“No soy un loquito buscando a quién matar. Cometí un delito y estoy totalmente arrepentido de lo que hice hace 26 años. Creo en Jesucristo porque él regenera a las personas”, agregó. Y remarcó que está «sufriendo una marginación”.