Libia: Kaddafi bombardeó ciudad rebelde y rechaza avance de insurrectos

Fuerzas de Muammar Kaddafi bombardearon la última gran ciudad en manos rebeldes en el oeste de Libia y dispersaron con ataques de artillería a un grupo de sublevados que intentan reagruparse en torno a una estratégica ciudad del Este, informaron fuentes rebeldes y médicas. 
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Los combates en Misurata y Ajdabiya (en el oeste y este del país, respectivamente) llegaron luego de que Estados Unidos y sus aliados lanzaran anoche una tercera ola de bombardeos a defensas aéreas de Kaddafi, tras dos embestidas iniciales que lograron frenar un avance de tropas libias y dar ánimo a los rebeldes.

En el ataque de hoy, 24 misiles Tomahawk fueron lanzados desde submarinos estadounidenses y británicos contra distintos objetivos libios, señaló un funcionario del Ministerio de Defensa en Washington, citado por la cadena de noticias CNN.

Los nuevos ataques elevan a unos 160 el número de misiles arrojados contra centros de comando, defensas aéreas y otros objetivos dentro de Libia desde el comienzo de la operación internacional.

En Ajdabiya, en tanto, los rebeldes que se encuentran a las afueras de la estratégica ciudad no consiguen avanzar en sus posiciones porque las tropas leales a Kaddafi aún los superan, a pesar de los bombardeos de la coalición occidental, informó la agencia de noticias Europa Press.

Los sublevados se encuentran a unos cinco kilómetros de la ciudad, punto de entrada a la zona este del país, desde donde aseguran que los bombardeos de la coalición han inutilizado una parte importante del armamento del líder libio, aunque sus fuerzas siguen suponiendo una fuerte amenaza.

En tanto, un vocero militar estadounidense informó hoy que uno de sus aviones de guerra, un F-15, se estrelló ayer en Libia por una falla mecánica y que sus dos ocupantes fueron rescatados sanos y salvos, aunque con lesiones menores, tras eyectarse del aparato, uno por una aeronave norteamericana y el otro por rebeldes.

Los sublevados, alzados en armas desde el 15 de febrero, intentan aprovechar los efectos de los bombardeos y pasar a la ofensiva, pero su desorganización y su pobre equipamiento podría frustrar sus intenciones y sentar las bases para un conflicto militar prolongado sin un claro vencedor, según analistas.

Los ataques de la coalición encabezada por Estados Unidos empezaron el sábado luego de que el Consejo de Seguridad de la ONU autorizara la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia y «todas las medidas necesarias» para proteger a civiles, rebeldes o no, de ataques de fuerzas del gobierno libio.

En la mitad este del país, un grupo de combatientes rebeldes que intenta avanzar sobre Ajdabiya debió dispersarse y replegarse hoy luego de ser atacado con artillería por las fuerzas de Kaddafi, que desde hace días sitian esa ciudad de 140.000 habitantes, informaron voceros de los insurrectos.

La primera ola de bombardeos de Estados Unidos y sus aliados sobre Libia destruyó una columna de tanques y blindados del gobierno que avanzaban hacia Bengazi, la «capital» de los rebeldes alzados en armas contra Kaddafi desde el mes pasado, en el Este.

Hoy temprano, la OTAN acordó imponer un embargo de armas a Libia, según anunció su secretario general, Anders Fogh Rasmussen.

La decisión fue adoptada por los 28 diplomáticos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), quienes discuten el rol de la organización en la agresión internacional a la nación norafricana.

Recientemente, el gobierno estadounidense confirmó que cederá el mando de las operaciones a Reino Unido para que este país retenga el control político de la misión, mientras que la OTAN debería ofrecer apoyo operativo, incluyendo capacidades de poderío y control.

El embargo naval consensuado hoy, que supone la activación de barcos y aviones en la zona central del Mediterráneo bajo las órdenes del comandante supremo aliado, almirante James Stravridis, comenzará a aplicarse en el momento en que los distintos elementos estén en sus correspondientes destinos, pero la zona de exclusión sigue supeditada a un acuerdo político aún no alcanzado.

Esta decisión política tomada por la OTAN sobre el conflicto libio se produce no exenta de ásperas discusiones en su seno sobre el grado de implicación de la Alianza, discusiones que se dificultan por la postura de dos de sus miembros -Turquía y Alemania-, que ven con reticencia los ataques internacionales contra Kaddafi y se niegan a participar.

Hoy, en tanto, España, Ucrania, Noruega, Bélgica y los Emiratos Árabes, notificaron al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, su apoyo a la intervención militar en el país africano en el marco de la resolución 1973, informó hoy el portavoz de Ban, Martin Nesirky.

Nesirky dio a conocer la lista de nuevos países que apoyan el texto que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 17 de marzo pasado y que dio luz verde a los ataques aéreos por parte de la coalición internacional comandada por Estados Unidos.