La polémica por no entregar los alimentos está envuelta en una cadena de mentiras, negaciones y fuerte defensa libertaria para no entregarlos en declaraciones a medios por parte del vocero Manuel Adorni y en redes sociales a través de los trolls mileístas. Ahora se enviarán a los comedores comunitarios, son cinco millones de kilos acopiados sin sentido. Otro error en la gestión por parte del gobierno anarco capitalista del presidente Javier Milei que toda esta semana estará fuera del país.
El secretario de Niñez y Familia y virtual número dos del Ministerio de Capital Humano, Pablo De la Torre, fue desplazado de su cargo en medio de una fuerte polémica por la distribución de los alimentos destinados a los comedores populares y las organizaciones sociales. La ministra Sandra Pettovello tomó la decisión tras una serie de reclamos, protestas y la presentación ante la Justicia de organizaciones sociales que denunciaron la retención de comida en dependencias de ese organismo.
“A raíz de una información recibida sobre el estado y fechas de vencimiento de determinados productos adquiridos por el gobierno anterior (los cuales se encuentran en los galpones de Villa Martelli y de Tafí Viejo en la provincia de Tucumán del ex Ministerio de Desarrollo Social), ha llevado a cabo una auditoría y ha decidido limitar las competencias de los funcionarios y empleados responsables que, por mal desempeño de sus tareas, no han realizado un control permanente de stock y de vencimiento de mercadería”, informó el Ministerio.
“Se realizarán las investigaciones administrativas correspondientes, asimismo, se pone en marcha un protocolo para la entrega inmediata de los alimentos de próximo vencimiento por medio del Ejército Argentino para garantizar una logística rápida y eficiente”, se indicó.
El abogado y dirigente de Argentina Humana, Juan Grabois, había advirtió antes de que se conociera la decisión de Pettovello que la información oficial ingresada a la causa demuestra que entre los alimentos acopiados en galpones hay leche en polvo de próximo vencimiento. “Según la información oficial ingresada por el gobierno nacional a la causa por incumplimiento de deberes de funcionario en la que está imputada Pettovello, hay en los galpones del gobierno no cinco sino seis mil toneladas de alimentos; para colmo 339.867 kg de leche en polvo que rinden 2.718.936 litros de leche líquida que se vencen en julio y todavía no presentaron el cronograma de entrega”, denunció Juan Grabois en redes sociales. Y reclamó: “En total hay 924.970 kilos de leche. ¡Repartan la comida, sinvergüenzas!”
“De las entregas realizadas hasta hoy pocas tienen que ver con emergencias. Se derivaron a instituciones religiosas, municipios y provincias. Incluso un conocido movimiento piquetero recibió 225,050 kg de alimentos”, planteó Grabois y cuestionó que “esté desabasteciendo el 90% la red de ayuda social que tejimos durante décadas para abordar los problemas básicos que ni el estado ni el mercado resuelve en un contexto de duplicación de la extrema pobreza”.
El Ministerio de Capital sumó así una nueva dimisión. Con una envergadura que contiene los que fueron las carteras de Desarrollo Social, Trabajo y Educación, es el organismo del gobierno de Javier Milei que tiene más renuncias.
De la Torre, que es hermano del ex intendente de San Miguel y actual senador provincial (Juntos por el Cambio), Joaquín de la Torre. En el distrito bonaerense, tuvo a su cargo el área de Salud y actualmente es secretario de Infancia y Familia. Es médico pediatra, y presidente de la Asociación Civil Concordia. Según indicaron desde San Miguel, siempre estuvo vinculado a los temas sociales, sobre todo desde la creación de los Centros de Desarrollo Infanto Familiares.
De la Torre, además llegó a la gestión de Milei porque tenía un excelente vínculo con los principales referentes de la Iglesia. En 2020, cuando era secretario de Salud municipal, hizo pública su postura sobre la ley para despenalizar el aborto. “Hemos decidido estudiar medicina por vocación, para salvar vidas, para combatir la enfermedad y para combatir a la muerte. Siempre, y en todo lugar, estamos dispuestos a dar la vida inclusive por nuestros pacientes, en el consultorio, en la guardia, en una cancha de fútbol, miles de veces en eventos hemos repetido ante la situación “un médico, por favor”. Para qué, para salvar vidas, esa es nuestra vocación, nuestra profesión, el juramento que hicimos cuando nos recibimos”.